Playa y sol ¡SIEMPRE!
Mi experiencia en la República Dominicana fue una mezcla de aventura, relax y, por supuesto, playas paradisíacas. Si te estás planteando un viaje, te recomiendo 10 a 12 días para explorar lo mejor de la isla, aprovechando lo mejor de Punta Cana, Santo Domingo, y las playas vírgenes de Las Terrenas. Aquí te cuento todo, como si estuvieras viajando conmigo.
Empecé el viaje volando a Punta Cana, pero, ojo, no te recomiendo emprender viaje hasta samana si vienes de un vuelo largo. En lugar de lanzarte a toda esa distancia directamente, te sugeriría quedarte unas noches en Punta Cana o en Bayahibe. Bayahibe, por ejemplo, tiene playas mucho más tranquilas y casi siempre libres de sargazo, lo cual es un alivio si tu idea es disfrutar del mar sin preocuparte por eso. Desde allí aproveché para hacer una excursión a Isla Saona, que no solo es famosa por sus aguas cristalinas, sino también por sus playas sin multitudes. Si tienes más tiempo, ve también a Isla Catalina; es un paraíso mucho menos turístico y es ideal si buscas algo más tranquilo.
Lo mejor fue lo que hice después: hacer una parada obligada en Santo Domingo.
Santo Domingo tiene un centro histórico que te hace sentir como si estuvieras caminando por un libro de historia. Si eres fan de la cultura, tienes que recorrer las calles de la Zona Colonial, donde está la Catedral Primada de América y el Alcázar de Colón. Yo me quedé totalmente enamorada de cómo la historia y la vida moderna se mezclan en la ciudad.
Después de ese toque de historia, el plan era llegar a Las Terrenas, y para eso tomamos una carretera de unos 4 horas desde Santo Domingo. El camino es todo un viaje en sí mismo: paisajes verdes, montañas, y sí, algunas sorpresas como gente que no tiene miedo de caminar por el medio de la carretera. Si vas a hacerlo, te sugiero manejar despacio, estar atento y disfrutar de la vista. Es un trayecto que, aunque largo, tiene mucho que ofrecer.
Las Terrenas fue mi oasis. Aparte de ser un lugar perfecto para relajarse, ¡es la mejor escapatoria si buscas paz! Las playas son vÍrgenes y tranquilas, prácticamente sin turistas, lo que hace que la experiencia sea aún más especial. Lo que me sorprendió muchísimo fueron los caracolitos (esos gigantes que giran), ¡había montones! Recuerdo haber visto al menos 70 de ellos, todos juntos en la arena. Y ni hablar de la comida, porque el hotel en el que me quedé, el Viva Wyndham, era un todo incluido genial con opciones deliciosas, sobre todo si eres fan de los mariscos y el pescado fresco.
Si tienes energía, te sugiero caminar por los alrededores de Las Terrenas. Desde el hotel se puede llegar al centro del pueblo a pie, y es una buena manera de disfrutar de la autenticidad del lugar. Otra recomendación es ir a la Cascada El Limón. El paseo hasta allí es impresionante y sentir la frescura del agua es uno de esos momentos que te hacen olvidar de todo. Lleva zapatillas y ropa de ejercicio!
Además, si tienes tiempo, una visita a Cayo Levantado, o Isla Bacardi, es imperdible. Este pequeño paraíso es como estar en una postal tropical. Y si tienes ganas de un poco más de aventura, puedes hacer una excursión al Parque Nacional Los Haitises. La biodiversidad es increíble y el paisaje te dejará sin palabras.
En resumen, 10 a 12 días es el tiempo perfecto para un viaje que combine historia, cultura y relajación. Con una parada en Punta Cana o Bayahibe, un poco de historia en Santo Domingo, y varios días disfrutando de las playas vírgenes de Las Terrenas, este recorrido tiene todo lo que necesitas para desconectar y descubrir un destino único en el Caribe.